Flacidez en el rostro : Causas, Soluciones Naturales y Tratamientos Estéticos
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Flacidez en el rostro : Causas, Soluciones Naturales y Tratamientos Estéticos

bis Ruth Alonso auf Oct 15, 2024

La flacidez facial es uno de los signos más visibles y comunes del envejecimiento. Aunque es una parte natural del proceso de envejecimiento, muchas personas buscan maneras de ralentizar su aparición o revertir sus efectos. La buena noticia es que existen múltiples opciones, tanto naturales como estéticas,  que pueden ayudarnos a combatir este problema de manera eficaz. En este artículo vamos a explorar qué es la flacidez facial, por qué ocurre, qué soluciones naturales tenemos a nuestro alcance y qué tratamientos de nutricosmética y estéticos podemos considerar para tratarla.

¿Qué es la flacidez facial?

La flacidez facial es la pérdida de firmeza en la piel del rostro. Esto ocurre principalmente debido a la disminución de dos proteínas clave: el colágeno y la elastina, que son las responsables de mantener la estructura y elasticidad de la piel. A medida que el nivel de estas proteínas se reduce con el tiempo, la piel comienza a descolgarse, lo que da lugar a la aparición de arrugas, líneas de expresión más marcadas y un contorno facial menos definido. Esta pérdida de firmeza se presenta de manera más prominente en áreas como las mejillas, la mandíbula y el cuello.

Causas de la flacidez en el rostro

Existen diversas razones por las cuales la piel comienza a perder su firmeza, muchas de las cuales están relacionadas con el envejecimiento, pero también hay otros factores que aceleran este proceso. Estas son las principales causas :

  1. Disminución de colágeno y elastina

El envejecimiento natural es la causa más común de la flacidez. A partir de los 25 años, la producción de colágeno y elastina comienza a disminuir gradualmente. Esto afecta la capacidad de la piel para mantenerse elástica y firme, haciendo que, con el tiempo, pierda su capacidad de volver a su lugar después de ser estirada o deformada por los movimientos faciales. Esta pérdida de colágeno se hace más clara, llegando a ser de un 2% anual, a partir de la perimenopausia ( años anteriores a la menopausia), es decir a partir del momento en el que empiezan a bajar los estrógenos (desequilibrios hormonales).

  1. Gravedad

La gravedad es una fuerza constante que actúa sobre nuestro cuerpo. A medida que los tejidos pierden su estructura de soporte (colágeno y elastina), la gravedad tira de la piel hacia abajo, provocando el descolgamiento que tanto nos preocupa.

  1. Pérdida de volumen facial

Con los años, la grasa subcutánea que da volumen y redondez a nuestro rostro disminuye, especialmente en las áreas de las mejillas y los pómulos. Esta pérdida de volumen también contribuye a que la piel tenga menos soporte y, por lo tanto, se vea más caída. 

  1. Daño solar

La exposición prolongada a los rayos ultravioleta del sol acelera la descomposición del colágeno y la elastina, lo que puede llevar a una flacidez prematura. Esto es particularmente relevante si no has utilizado protección solar regularmente a lo largo de los años.

  1. Movimientos faciales repetidos

Sonreír, fruncir el ceño, levantar las cejas… Todos estos movimientos faciales, realizados de manera repetitiva durante muchos años, pueden causar que la piel se desgaste en ciertas áreas, lo que contribuye a la aparición de arrugas y flacidez en el rostro.

  1. Estilo de vida y factores ambientales

Factores como el tabaquismo, la falta de sueño, una dieta pobre en nutrientes, el estrés crónico y la contaminación del aire pueden dañar la piel y reducir su capacidad de regenerarse de manera óptima. Estos hábitos y factores externos aceleran el envejecimiento de la piel y promueven la aparición de flacidez.

Soluciones naturales para combatir la flacidez facial

Aunque la flacidez es inevitable hasta cierto punto, hay muchas cosas que podemos hacer para reducir su aparición y mejorar el aspecto de nuestra piel de manera natural. Aquí te dejamos algunas recomendaciones que, aplicadas de manera constante, pueden marcar la diferencia.

  1. Adopta una dieta rica en nutrientes

Una dieta equilibrada es clave para mantener la piel sana. Los alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, ayudan a combatir los radicales libres que dañan las células de la piel y aceleran el envejecimiento. La vitamina C, presente en cítricos, fresas y kiwis, es esencial para la producción de colágeno. Los ácidos grasos esenciales, como los que se encuentran en pescados grasos, nueces y semillas de chía, también ayudan a nutrir la piel desde dentro.

  1. Hidrata tu piel desde dentro y por fuera

La hidratación es fundamental para la salud de la piel. Beber suficiente agua durante el día asegura que tu piel esté bien hidratada y que las células funcionen correctamente. Además, puedes usar cremas hidratantes con ingredientes naturales como el aloe vera, el ácido hialurónico o el aceite de argán, que ayudan a mejorar la elasticidad de la piel.

  1. Ejercicio facial y masajes

Los ejercicios faciales, también conocidos como yoga facial, consisten en movimientos específicos que ayudan a tonificar los músculos del rostro y mejorar la circulación sanguínea. Los masajes faciales, además, estimulan el drenaje linfático y mejoran la elasticidad de la piel. Puedes masajear tu rostro con aceites naturales como el de rosa mosqueta, que tiene propiedades regenerativas.

  1. Duerme bien

El sueño es esencial para la regeneración celular. Durante las horas de descanso, el cuerpo repara el daño celular y produce nuevas células de la piel. Dormir al menos 7-8 horas por noche puede ayudar a que tu piel se mantenga firme y rejuvenecida.

  1. Protección solar

El uso diario de protector solar es uno de los hábitos más importantes para prevenir la flacidez prematura. Incluso en días nublados o cuando estás dentro de casa, los rayos UV pueden penetrar a través de las ventanas y dañar la piel. Busca un protector solar de amplio espectro con al menos un SPF de 30 y utilízalo todos los días del año.

Tratamientos profesionales para la flacidez facial

Si bien los métodos naturales son fundamentales para prevenir y ralentizar la flacidez, en algunos casos es necesario acudir a tratamientos más avanzados si queremos  obtener resultados visibles a corto plazo. Existen tanto tratamientos en centros de estética como en clínicas especializadas que pueden ayudarte a recuperar la firmeza de tu piel. A continuación, te detallamos algunos de los más efectivos:

Tratamientos en centros de estética

  1. Radiofrecuencia La radiofrecuencia es uno de los tratamientos más populares y eficaces para tensar la piel sin cirugía. Funciona mediante el uso de ondas de radio que calientan las capas profundas de la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina. Es un tratamiento no invasivo que mejora la firmeza de la piel con resultados graduales y duraderos.
  2. HIFU (Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad) Este tratamiento utiliza ultrasonidos para penetrar profundamente en la piel y estimular la producción de colágeno. Es ideal para tratar áreas como la papada y el cuello, donde la flacidez es más pronunciada. Los resultados suelen ser visibles después de la primera sesión, pero mejoran con el tiempo.
  3. Microneedling El microneedling es una técnica que utiliza microagujas para crear pequeñas lesiones en la piel, lo que activa el proceso natural de regeneración. Esto promueve la producción de colágeno y mejora la firmeza y textura de la piel.

Tratamientos en clínicas de estética

  1. Lifting con hilos tensores El lifting con hilos tensores es una alternativa no quirúrgica al lifting facial tradicional. Consiste en la inserción de hilos biodegradables debajo de la piel para levantar y tensar los tejidos flácidos. Los hilos también estimulan la producción de colágeno, lo que mejora la firmeza con el tiempo.
  2. Infiltración de ácido hialurónico Las inyecciones de ácido hialurónico no solo hidratan la piel desde dentro, sino que también ayudan a rellenar áreas del rostro que han perdido volumen, como las mejillas y los labios, restaurando así el contorno facial.
  3. Láser fraccionado Este tratamiento mejora la textura de la piel, reduce las arrugas y estimula la producción de colágeno. El láser fraccionado es ideal para tratar la flacidez y otros signos del envejecimiento, ya que actúa tanto en la superficie como en las capas más profundas de la piel.

Nutricosmética: El poder desde dentro

La nutricosmética es una tendencia en alza que se centra en la belleza desde dentro. Los suplementos que contienen colágeno hidrolizado, ácido hialurónico, antioxidantes como la vitamina C  pueden ser aliados poderosos en la lucha contra la flacidez. Estos suplementos ayudan a regenerar el colágeno y a mejorar la elasticidad de la piel, trabajando desde las capas más profundas.

Uno de los ingredientes más conocidos y más utilizados es el colágeno, pero es importante saber que no todos los colágenos son iguales : Tomar colágeno hidrolizado no es lo mismo que consumir péptidos bioactivos de colágeno Verisol. Aunque ambos productos provienen del colágeno, los péptidos bioactivos de Verisol están específicamente diseñados y clínicamente probados para mejorar la piel desde el interior. A diferencia del colágeno hidrolizado genérico, que se descompone en el cuerpo de manera más general, Verisol actúa directamente sobre las capas de la piel, ayudando a reducir arrugas y mejorar la elasticidad. Su fórmula única permite una mayor absorción y eficacia, garantizando resultados visibles en poco tiempo, algo que lo diferencia del colágeno hidrolizado tradicional.

Los péptidos bioactivos de colágeno Verisol los podemos encontrar en nutricosméticos como Unik Antiaging Beauty, que además de este colágeno tan especial contiene ácido hialurónico y antioxidantes para completar su formula.

Conclusión

La flacidez facial es un proceso natural del envejecimiento, pero con el uso adecuado de suplementos y nutricosméticos, junto con un estilo de vida saludable, es posible prevenirla o tratarla eficazmente. Los ingredientes activos como el colágeno, el ácido hialurónico o los antioxidantes  son algunos de los aliados que pueden ayudarte a combatir la flacidez desde dentro. Complementar tu rutina de cuidados externos con estos productos te permitirá obtener resultados más completos y duraderos. Además, recuerda que una buena alimentación, el descanso adecuado y la protección solar diaria son piezas clave en el cuidado de tu piel.